MÁS SOBRE ALGAS

 
Las algas han sido utilizadas por la humanidad desde hace miles de años; en China y otros países de Asia se consumen como alimento y también se emplean para fabricar medicamentos. En el mundo occidental, su aprovechamiento industrial se inició en el siglo XVIII para extraer de ellas sosa, yodo y otros compuestos químicos.
Los científicos chinos tenían conocimiento de que  un tipo de alga marina comestible, de la especie Laminaria, era útil en la prevención y tratamiento del bocio.
Otro tipo de algas que hace más de 500 años utilizaron los aztecas y que pudo ayudar a combatir la desnutrición.
 En algunas tribus, las mujeres, recolectan la spirulina en cestas de mimbre, dejan escurrir el agua sobre cántaros de barro y, lo que queda en las cestas, lo ponen a secar al Sol. El producto final es una pasta con la cual se hace una salsa agregándole grasa de res, cebolla frita, pimientos, gramíneas silvestres y lengua de vaca que está destinada a acompañar las albóndigas de mijo.
Biólogos y antropólogos sostienen que, en épocas preshispánicas los habitantes de México también consumían "tamales" elaborados con algas marinas y de agua dulce. hacían unas tortas y tostadas y las comían".
Las algas continúan conservando su importancia como alimento y muchas naciones piensan en ellas como una de las fuentes de proteínas para la alimentación futura de la humanidad.
Como se observa, en muchos países las algas constituyen un alimento común y se espera que, por su riqueza nutritiva, en un futuro puedan aportar una mayor contribución a la nutrición humana en todas partes del mundo.
Uno de los problemas nutricionales actualmente, es la ausencia de proteínas en la alimentación de amplios sectores de la población mundial. Según la Organización de las Naciones Unidas el mundo tiene, a partir del 12 julio de 1988, 5 mil millones de seres humanos, y los cálculos de las organizaciones especializadas indican que, por lo menos, la mitad de ellos están mal alimentados y que cada 24 horas unos 30 mil niños mueren a raíz de su mala alimentación. Las vitaminas y proteínas de las algas constituyen un complemento nutritivo de gran valor que puede contribuir a que la humanidad llegue a asegurar a todos los seres el derecho a la vida.
También varios países trabajan para contar con información que les permita el cultivo de las algas; algunos, como los orientales y en especial Japón, tienen gran éxito en sus programas, y han llegado a producir algas tanto con fines industriales como alimentarios.
El futuro de la pesquería de las algas es alentador y algunos científicos, entre ellos Stanford, quien descubrió el ácido algínico en 1884, dicen que los suministros mundiales de algas son prácticamente inagotables". Pero es indiscutible que su explotación indiscriminada, al afectar la capacidad de reproducción, es altamente riesgosa.
Por esta razón, la humanidad debe cuidar la explotación de las algas para conservar un nivel adecuado de vida y para mejorar el de los países que todavía no alcanzan su desarrollo. Es importante que todos utilicemos, de manera adecuada, estos recursos vegetales que los océanos nos ofrecen para recibir los beneficios sociales y económicos que se derivan del aprovechamiento de las algas.