Reto de septiembre: ¡Desafiemos la vuelta al trabajo con una sonrisa!
En
realidad no existe sólo un tipo de respuesta llamada sonrisa. Existen dos
grandes tipos de sonrisas. La sonrisa de afuera y la sonrisa desde adentro, y
claro está que cada una de estas tiene cualidades diferentes, aunque se
relacionan entre sí. La sonrisa externa es sencillamente el movimiento facial
de los músculos que dibujan la sonrisa en la cara. Esto lo podemos hacer sin
problema voluntariamente cuando decidimos que queremos mostrar una sonrisa y la
creamos nosotros.
La sonrisa interna es espontánea. Es la que nace sin que lo decidamos. Claro que usa varios de los mismos músculos de la cara que la sonrisa voluntaria, pero también usa otros músculos y otras zonas cerebrales diferentes. El secreto para obtener resultados positivos con esta fórmula es que hay que saber usar las dos sonrisas.
La sonrisa interna es espontánea. Es la que nace sin que lo decidamos. Claro que usa varios de los mismos músculos de la cara que la sonrisa voluntaria, pero también usa otros músculos y otras zonas cerebrales diferentes. El secreto para obtener resultados positivos con esta fórmula es que hay que saber usar las dos sonrisas.
Los que hacen hábito de la sonrisa, viven
cambios muy positivos y avanzan más rápidamente en su desarrollo personal, y por
supuesto suelen disminuir ese 80% de conflictos de vida de los que hablamos.
Por lo
pronto, este mes de septiembre empezaremos a experimentar la sonrisa y a empezar a crecer por dentro. Veremos menos hostilidad y más aceptación en las demás
personas. Veremos más comprensión y más afinidad. Veremos más amigos y menos
extraños. Veremos más de lo mejor de los demás y de nosotros mismos.