EL PODER DE LAS ALGAS PARA ENFRIAR LA TIERRA

ES ALENTADOR PARA EL FUTUR0
Ayuda en última instancia a combatir el cambio climático

El poder de las algas para "enfriar" la Tierra

Según un estudio en el que han participado investigadores españoles

Aunque a primera vista parezcan insignificantes y viscosas, la labor que desempeñan las algas en el planeta es fundamental. En primer lugar, forman parte del primer eslabón en la cadena alimenticia de miles de animales acuáticos, desde ballenas hasta el zooplacton. Además, transforman la energía luminosa que proviene del Sol en energía química, la esencia de la fotosíntesis. Igualmente, son las encargadas de capturar el CO2 atmosférico, con lo cual colaboran a mitigar los efectos devastadores del cambio climático. Pero la cosa no queda ahí. Según un estudio publicado en la prestigiosa revista científica ‘Nature’, las algas captan más CO2 cuando la concentración de esta molécula en el aire sobrepasa las 500 partes por millón, una situación que se alcanzará a finales de este siglo. Se trata de una de las conclusiones de un estudio del departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, y que desvela que esta situación conllevaría a suavizar el aumento de este gas en el efecto invernadero. Por tanto, a mitigarlo.

De hecho, este estudio de ‘Nature’ demuestra que la disminución del CO2 atmosférico fue el responsable del enfriamiento repentino del planeta hace entre 7 y 5 millones de años. Con ello, los investigadores concluyen que una mayor captura del dióxido de carbono por parte de las algas podría contribuir al enfriamiento de la Tierra en un futuro bastante cercano. Así, esta investigación, que ha sido financiada por el Consejo Europeo de Investigación, ha descubierto que la capa de carbonato cálcico que recubre un tipo de microalgas modifica su composición en función de si el carbono que la planta utiliza para su crecimiento es mayoritariamente el CO2, a través de la fotosíntesis.

Este hallazgo lo han alcanzado mediante el estudio de los fósiles de conchas que se han ido depositando en el fondo marino y que una vez pertenecieron a algas vivas. Con ellas se ha podido estudiar de qué manera ha podido influir las fluctuaciones de dióxido de carbono en los últimos 60 millones de años y, los resultados aclaran tanto la adaptación de las algas a distintas concentraciones de CO2, como el historial de cambios en el dióxido de carbono atmosférico. Según han descubierto, las algas empezaron a depender mucho de las fuentes de carbono "extra" en un periodo relativamente reciente, hace entre 7 y 5 millones de años.